MADRID - El líder de Cataluña, la región que representa una quinta parte de la economía de España, dijo el primer ministro Mariano Rajoy durante una reunión el miércoles que iba a seguir adelante con una votación sobre la independencia en noviembre que el gobierno central de Madrid se ha comprometido a bloque.
La reunión, en Madrid, fue la primera entre el señor Rajoy y Artur Mas, el jefe del gobierno regional catalán, ya que la coalición gobernante de Cataluña acordó en diciembre sobre el calendario y formato de una votación sobre la independencia.
Por esa sola razón, la reunión se consideró una especie de avance. Pero después, el señor Mas dijo a los periodistas que sus planes secesionistas permanecieron en la pista y que no había "ninguna propuesta por parte del Estado para resolver este conflicto político".
El señor Mas dijo que la reunión se había caracterizado por "un clima de diálogo abierto" y que se había presentado el Sr. Rajoy con un conjunto de propuestas económicas, incluidos los planes para aumentar el gasto en infraestructuras en Cataluña, que el primer ministro accedió a estudiar. Pero el resultado hizo poco para disminuir la sensación de crisis inminente antes de que el país si no se alcanza un acuerdo para atajar el voto.
Sr. Mas comenzó su empuje secesionista en 2012, después de una gran marcha independentista en Barcelona, la capital catalán. Otra marcha de protesta gigante se espera que el 11 de septiembre, que los catalanes celebran como su día nacional. La fecha cae una semana antes de un referéndum de independencia en Escocia que es visto como un referente para las perspectivas de Cataluña.
Sr. Rajoy reiteró el miércoles su oposición a cualquier voto catalán que viola la Constitución de España. Su veto de cualquier votación recibió también el apoyo de esta semana de Pedro Sánchez, el secretario general electo del principal partido de la oposición socialista.
Pero poco se ha embotado el impulso hacia el voto secesionista. Por ahora, el desafío más grande pudo haber entrado en erupción la semana pasada, cuando Jordi Pujol, el patriarca de la política catalana, admitió haber cometido fraude fiscal al ocultar dinero en alta mar. Por lo menos tres de sus hijos son los objetivos de las investigaciones independientes para delitos financieros sospechosos, incluyendo el lavado de dinero y el soborno.
Los problemas legales del señor Pujol, de 84 años, y su familia amenazan con desacreditar partido de gobierno de Cataluña, Convergencia - que el Sr. Pujol fundó y dirigió durante más de dos décadas, hasta 2003, y que el señor Mas lleva ahora.
El señor Mas ha argumentado que el escándalo Pujol es un asunto personal que no afecta ni su gobierno ni su impulso secesionista. Pero algunos políticos y periódicos de Madrid se han sumado a la confesión del Sr. Pujol a cuestionar por qué los catalanes querrían separarse cuando sus propios políticos están atrapados en el mismo tipo de escándalo de fraude que ha surgido en Madrid y otras regiones desde el año 2008 y el estallido de la propiedad de España burbuja.
Sr. Mas empezó su unidad secesionista en septiembre de 2012 después que el señor Rajoy se negó a conceder Cataluña mejor tratamiento financiero como parte de un sistema de redistribución de impuestos que significa Cataluña y otras regiones grandes y poderosos ayudan a mantener las regiones más pobres de España.
Cataluña cuenta con 7,5 millones de ciudadanos y contribuye alrededor del 19 por ciento del producto interno bruto de España a través de los sectores, incluyendo la producción de automóviles y el turismo.
"Para buscar la independencia de España es un simulacro con el fin de no tener que admitir que lo que queremos escapar de es de nosotros mismos", escribió Salvador Sostres, columnista de El Mundo.
Otro columnista, Xavier Vidal-Folch, sugirió el martes en El País que los delitos fiscales de Sr. Pujol y su familia deben ayudar a desacreditar el argumento separatista que Catalunya fue víctima de un "saqueo económico" por el gobierno central.
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